Ante el aumento de casos de dengue en el país, es importante poner en práctica las medidas de prevención y también conocer los síntomas de esta enfermedad viral transmitida por el aedes aegypti, un mosquito pequeño que suele alojarse en recipientes que acumulan agua en las viviendas.
Especialistas remarcan que no hay un medicamento específico para el tratamiento del dengue. Recomiendan no automedicarse, tomar mucho líquido y consultar a un médico ante la presencia de los síntomas. Los más comunes son fiebre alta y dolor de cabeza, músculo y articulaciones.
En Argentina también preocupa el aumento de casos en niños, quienes presentan síntomas compatibles con el virus que por estos días tiene en vilo al país.
Dengue: cómo se presenta el virus en niños y bebés
El dengue en los niños y en bebés suele ser inicialmente asintomático, sin embargo, algunos pueden presentar fiebre alta, irritabilidad, somnolencia, manchas rojas en la piel y falta de apetito.
Sin embargo, el dengue no siempre se acompaña de síntomas fáciles de identificar y se puede confundir con la gripe, por ejemplo, lo que hace que la enfermedad se identifique en un estadio más avanzado. En cualquier caso, la clave es consultar con un médico.
Dengue: signos de alarma en el niño
Los principales signos que pueden indicar complicaciones del dengue en niños, suelen surgir entre el tercer y séptimo día de la enfermedad, cuando la fiebre pasa. Estos son vómitos frecuentes, dolor abdominal intenso, mareos o desmayos, dificultad para respirar y sangrado nasal o por las encías.
Cómo se realiza el diagnóstico de dengue en niños y bebés
El diagnóstico de dengue se realiza a través de un análisis de sangre para evaluar la presencia del virus. Sin embargo, el resultado de este análisis demora algunos días por lo que el médico puede iniciar el tratamiento incluso antes de tener los resultados.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento del dengue se inicia cuando se identifican los síntomas, incluso sin la confirmación del diagnóstico por el análisis de sangre. El tipo de tratamiento que será usado dependerá de la gravedad de la enfermedad, y en los casos más leves, el niño puede recibir tratamiento en casa. En general el tratamiento incluye ingesta de líquidos y medicamentos para controlar los síntomas de fiebre, dolor y vómitos. Estos deben ser recetados por un médico.